JUSTO A TIEMPO.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad muchas personas siguen sin comprender exactamente qué es Justo a tiempo; piensan que es un sistema o un truco para reducir inventarios, para pasarles la responsabilidad a los proveedores, o simplemente una manera fácil de contrarrestar la fabricación ineficiente.
En realidad, la modalidad JAT es mucho más que eso. Es una filosofía industrial, de eliminación de todo lo que implique desperdicio en el proceso de producción, desde las compras hasta la distribución.
La eliminación del desperdicio tiene como resultado a largo plazo un proceso fabril tan ágil, tan eficiente, tan orientado a la calidad y tan capaz de responder a los deseos del cliente, que llega a convertirse en un arma estratégica.
DESARROLLO
Antecedentes.
El concepto de Justo a tiempo comenzó poco después de la segunda guerra mundial como el Sistema de Producción Toyota; hasta finales de los años 70. Alrededor de 1980 en los Estados Unidos decidieron estudiar el gran éxito de las principales empresas japonesas, e identificaron 14 puntos. Siete de ellos se referían a lo que se llamó “respeto por la gente”. Los siete restantes, de índole más técnica, tenían que ver con la “eliminación del desperdicio”. Luego estudiaron los 14 puntos para determinar cuáles serían apropiados para introducir en la industria occidental, señalando siete de ellos como los más apropiados y que componen los elementos esenciales que ahora se han llamado “justo a tiempo”.
Concepto. ¿Qué significa Justo a tiempo?
Para definir que es justo a tiempo, necesitamos una definición práctica de desperdicio y la empresa Toyota lo define como “todo lo que sea distinto de la cantidad mínima de equipo, materiales, piezas y tiempo laboral absolutamente esenciales para la producción”.
Sin embargo la definición norteamericana se refiere a desperdicio como “todo lo que sea distinto de los recursos mínimos absolutos de materiales, maquinas y mano de obra necesarios para agregar valor al producto”. La segunda parte de la definición, quizá más importante que la primera, es el valor agregado ya que se considera que -las únicas actividades que agregan valor son las que producen una transformación física del producto- en algunas industrias, mezclar, tejer, fundir, moldear, soldar, tejer y esterilizar son procesos que agregan valor. Por lo tanto se identifica como desperdicio todo aquello que no agrega valor directamente al producto y que por lo tanto se deberá eliminar.
Los siete elementos de la Filosofía JAT.
Se conforman por seis internos y un externo.
Elementos internos
• El primero, es la filosofía JAT en sí misma.
• El segundo, es la calidad en la fuente.
Tres elementos relacionados con ingeniería de producción:
• La carga fabril uniforme.
• Las operaciones coincidentes (celdas de maquinaria o tecnología de grupo).
• El tiempo mínimo de aislamiento de maquinas.
• El sexto, es un sistema de control conocido como sistema de halar, Kanban u operaciones escalonadas.
Elemento externo
• El séptimo, es las compras de JAT.
Componentes básicos para eliminar el desperdicio en la filosofía JAT.
El primer componente es imponer equilibrio, sincronización y flujo en el proceso fabril, donde no existan o donde se les pueda mejorar.
El segundo componente es la actitud de la empresa hacia la calidad: la idea de “hacerlo bien la primera vez”.
El tercer componente es la participación de los empleados. Cada miembro de la organización, desde el personal de la fábrica hasta los más altos ejecutivos, tiene una función que cumplir en la eliminación del desperdicio y en la solución de los problemas fabriles que ocasionan desperdicios.
Beneficios del JAT
Reducción en tiempo de producción.
Reducción en costo de calidad.
Reducción en precios de material comprado.
Reducción de inventarios
Reducción tiempo de aislamiento.
Reducción de espacios.
Reducción en tiempo de producción.
Reducción en costo de calidad.
Reducción en precios de material comprado.
Reducción de inventarios
Reducción tiempo de aislamiento.
Reducción de espacios.
Importancia de un tiempo mínimo de aislamiento.
Un requisito básico de la producción JAT es agilizar considerablemente el aislamiento de las maquinas. Las reglas básicas para agilizar el aislamiento se refieren a tres áreas, y se plantean en forma de preguntas.
La primera: ¿Qué se está haciendo?
Se compone de cuatro apartados:
Simplificar los aislamientos, no evitarlos.
Medir el tiempo de aislamiento, concentrándose en el tiempo muerto de la maquina, luego en el costo.
Definición del tiempo de aislamiento: es el tiempo que se requiere para pasar de un producto de calidad a otro producto de calidad. Esto significa que el reloj comienza a marcar cuando sale de la máquina la última pieza buena y sigue marcando el tiempo hasta que esa máquina funcione de nuevo produciendo piezas buenas. E l desmolde, la limpieza, el cambio a la nueva operación, el tiempo para que funcione correctamente, la inspección de la primera pieza y el tiempo para alcanzar la velocidad de operación estándar son ejemplo de elementos que se incluyen en el aislamiento de una operación.
Reducción mínima del 75 por ciento sin costos o con costos bajos.se empieza reduciendo un 50 por ciento del tiempo, y al tiempo restante se le reduce otro 50 por ciento.
La segunda: ¿Por qué se está haciendo?
Tal vez no se esté produciendo en forma tan rápida ni tan eficiente como quisiera, pero está fabricando la cantidad suficiente. Ahorrar una hora de aislamiento y convertirla en una hora más de producción significaría simplemente poner esa producción en el inventario, y esto es precisamente lo que queremos evitar.
La tercera: ¿Quién lo está haciendo?
Un análisis de los elementos que consumen el tiempo de aislamiento muestra que la mayor parte del tiempo usado no se relaciona con la maquina ni con el método de montaje de los accesorios. Mas bien se relaciona con las cosas que no se hacen bien desde la primera vez, como empezar a trabajar con una herramienta y descubrir que no tiene filo o que está rota y necesita reparación.
CONCLUSIÓN
Con una filosofía JAT bien ejecutada, la empresa puede hacer de su fabricación un arma estratégica. La modalidad JAT no sólo les ofrece a las empresas la oportunidad de mejorar notablemente la calidad de sus productos elaborados, sino que les permite reducir su tiempo de respuesta al mercado hasta un 90 por ciento. El tiempo necesario para lanzar al mercado productos nuevos o modificados de acuerdo con la petición de la clientela, se reduce a la mitad. Al mismo tiempo se requerirán menos bienes de capital para llevar a cabo lo anterior y los inventarios se podrán recortar en forma drástica, o inclusive eliminar del todo.
Con una buena aplicación de los principios del JAT, empresas que antes tenían que presentarse en el mercado como empresas orientadas al servicio o a la calidad porque no podían competir en precios, pueden empezar a considerarse productoras de bajo costo.
BIBLIOGRAFÍA
Hay J. Edwar, Justo a Tiempo, editorial Norma, octava reimpresión, Colombia 1995.